En el marco del Día Internacional de la Mujer, Rocío Haydee Robles Peiro, licenciada en Derecho con más de 22 años de experiencia en asuntos de regulación financiera y tecnológica, nos habla sobre su trayectoria, destacando su papel en la creación de la ley FinTech en México y los desafíos que enfrentó como mujer en un sector predominantemente masculino.
Como socia en Tenet Consultores, ha contribuido a la autorización de 30 entidades financieras y ha liderado un equipo en crecimiento, enfatizando la necesidad de un enfoque inclusivo y flexible en el entorno laboral.
Rocío fue reconocida en la edición 2025 de “Las Abogadas más Influyentes de México” de Foro Jurídico, listado que celebra la trayectoria y logros del liderazgo femenino en la abogacía, al cambiar la forma en que se toman decisiones y se fomenta un entorno más equitativo. Mediante este reconocimiento, se destaca a las abogadas que no solo han abierto puertas para sí mismas, sino que están generando cambios estructurales que benefician a toda la profesión. Consulta la información completa aquí: https://abogadasinfluyentes.com/edicion-2025/rocio-robles-peiro/
En entrevista, Rocío resaltó la importancia de la perseverancia y la preparación para aquellas mujeres que buscan incursionar en este campo. También abordó la evolución de la participación femenina en el sector fintech, debido a un aumento en la conciencia del propio sector acerca de la inclusión de género y la importancia de la representación femenina en la administración de las compañías, en eventos y paneles, así como para diseñar productos y servicios enfocados a reolver las necesidades de las mujeres. Destacó el papel crucial de las mujeres en su equipo y la necesidad de brindarles un ambiente que fomente su desarrollo y participación activa, instando a las mujeres a seguir abriendo caminos para las futuras generaciones y a reconocer el valor que aportan a los negocios.
Rocío Robles: Rocío Robles: Pues, la verdad, el reto. Siempre quise ser reguladora porque creo que a través de normas bien pensadas se pueden cambiar realidades. Aunque al principio no sabía mucho en qué quería especializarme, se presentó la oportunidad de trabajar en la Comisión Federal de Mejora Regulatoria, que tenía por mandato analizar las implicaciones que podría generar la regulación emitida por las agencias del gobierno federal. Ahí, las primeras cosas que me tocaron analizar fueron proyectos de regulación financiera. Mi primer proyecto importante, que yo pedí precisamente, fue la de la actual Ley del Mercado de Valores. A raíz de dicho proyecto, mi carrera en el sector financiero comenzó formalmente ya que después ingresé a la Comisión Nacional Bancaria y de Valores a las áreas normativas, justamente para emitir la regulación que dicha Ley indicaba.
Dejo la CNBV para irme de Maestría, trabajo en sector privado y varios años después, regreso a la CNBV al área de política regulatoria durante la implementación de la Reforma Financiera de 2014. Estando ahí, de repente vinieron estas empresas fintech, a platicarnos que traían estos nuevos modelos, preguntando sobre regulación y solicitando orientación. A raíz de eso me metí a ver de qué se trataba y me encantó. Justo era el tipo de proyecto en que me apasiona estar, ya que sentía que iba a ser trascendental… y lo fue.
R.R: Sí, claro. Tanto positivo como negativo. En la parte positiva era el reconocimiento de ser bien hecha, estudiosa, confiable, organizada, es decir, cualidades que perciben que tenemos las mujeres. En lo negativo, me ha tocado lidiar —como a muchas mujeres— con conductas discriminatorias que parecen estar en el inconsciente colectivo. Por ejemplo, estar sentada en una reunión y no te voltean a ver como interlocutora, sino que miran al de a lado, que es hombre, o incluso, hacen como que no te escuchan. O estar compitiendo para un puesto y, teniendo mejores credenciales, al que le dan el ascenso es a un hombre. Entonces sí, definitivamente [ser mujer influyó] para cosas positivas y cosas negativas.
R.R: Bienvenidas, pero necesitan estudiar muchísimo y tener la cabeza abierta, sobre todo si quieren entrar al sector fintech porque hay mucha innovación. En el sector financiero más tradicional, hay que tener la cabeza fría y ser un poco más estratégica porque todavía existe el predominio masculino y hay que coexistir con eso.
R.R. Fue una época muy divertida, porque, justo como no había nada dictado o asentado, me metí a investigar qué estaban haciendo en otras partes del mundo; a acercarme directamente a los emprendimientos fintech y a acercarme a los más expertos de aquel momento; a conseguir aliados como el Banco Interamericano de Desarrollo, la Embajada Británica, el Banco Mundial. Esto para que me ayudaran a hacer conciencia de la importancia y el potencial del sector fintech, para tener asesorías técnicas para los reguladores o para que ellos hablaran con otros reguladores que ya habían vivido un poco de lo que se trataba el sector fintech.
Pero definitivamente lo que más disfruté fue sentarme con más de 180 plataformas fintech distintas, tal cual para que me explicaran sus modelos de negocio. Entonces, toda esa etapa fue muy divertida porque era descubrir un mundo completamente distinto que nadie estaba viendo.
Una vez que al nivel más alto de gobierno se decidió impulsar una Ley Fintech en México, el reto consistió en determinar y negociar lo que quedaba en texto, tanto al interior de las autoridades financieras como con los gremios del sector financiero, ya que que también opinaron, por ejemplo, los bancos, las casas de bolsa, la banca de desarrollo, todos, pero igualmente ellos también sin entender mucho del sector fintech. Esto siempre fue el reto.
R.R: Creo que mi entrada a Tenet fue la capitalización de toda mi labor previa. El haber trabajado de la forma en que lo hice en regulación del sector financiero hizo que tuviera varias propuestas y acercamientos de diversas empresas y despachos, entre ellas, la de mis actuales socios, Víctor Andrés Trujillo y Javier de la Rosa.
¿Qué fue lo que me lo que me motivó a decir sí a Tenet? Fue justo esta parte de hacer una consultoría que fuera integral, en la que se vieran temas financieros, tecnológicos, legales, de prevención de lavado de dinero, y que fuéramos este one stop-shop para las entidades financieras. Sentía que era una oferta que no existía en el mundo financiero y que podía ser algo muy interesante.
¿Momentos claves del crecimiento del despacho? La verdad fueron muchos logros muy rápidos y el crecimiento que tuvo el despacho de manera acelerada. Yo tengo cinco años en Tenet. En estos cinco años hemos autorizado 30 entidades financieras distintas. El último banco digital autorizado es nuestro, la última sociedad financiera popular digital autorizada es nuestra, tenemos 26 fintechs autorizadas y dos de los cambios de control más relevantes que hubo en el mundo fintech. Y esto es algo que ningún despacho puede presumir, ¿no?
Y obviamente, también en lo individual, son logros que ni siquiera hubiera pensado alcanzar en solo cinco años como socia de un despacho. Entonces creo que esos han sido los hitos más importantes de mi vida profesional en Tenet.
R.R: El propósito de Tenet ha sido brindar asesoría en el sector financiero, pero empezaron solo con la parte financiera y tenían otros targets de negocio que no eran propiamente las fintechs. El despacho fue evolucionando con Víctor Trujillo y luego invitan a Javier de la Rosa que llega con todo el know-how de la parte de tecnología, seguridad de la información, riesgo tecnológico y operacional. Poco después entro yo a la ecuación y me invitan para abrir formalmente el área legal y robustecer los temas de prevención de lavado de dinero, haciendo con ello este one stop-shop del ecosistema financiero que actualmente ofrece Tenet.
R.R: La verdad me encanta la flexibilidad que tenemos para trabajar. En Tenet todavía tenemos la política de “venga quien quiera” por lo que la mayor parte del equipo hace trabajo desde casa. La pandemia nos enseñó que podemos trabajar bien y bien coordinados aún sin estar físicamente. Todos y cada uno de los miembros de Tenet tienen nuestro voto de confianza, y mientras cumplan con su trabajo en tiempo y forma, pueden gestionar su tiempo como quieran.
Lo que sí es que soy muy exigente, conmigo misma y con el equipo. No me gusta lo mediocre; si puedes hacer las cosas bien, ¿por qué no hacerlas?; si puedes hacer las cosas excelente, ¿por qué no hacerlas? Creo que precisamente esta exigencia es lo que ha hecho que la calidad de nuestros servicios sea la que es, y los resultados lo demuestran.
R.R: Yo crecí bajo la premisa de que el esfuerzo continuo, la tenacidad y la proactividad es el camino al éxito. Que tenía que demostrar que era un buen elemento para merecer una oportunidad, una promoción, un aumento de sueldo, etc. Y eso es lo que constantemente busco en las nuevas generaciones. Intento inculcar mucho el estudio, por lo que a veces soy muy socrática. Cuando me preguntan dudas, lo primero que les digo es: “¿qué dice la Ley?”, porque quiero que ellos mismos encuentren la respuesta o saquen sus propias conclusiones. Otra cosa que les inculco mucho es la atención al detalle, que es la gran diferencia entre un buen abogado y un excelente abogado.
R.R: Yo creo que el tema de la flexibilidad. Por ejemplo, las mamás —yo incluso siendo mamá— agradecemos muchísimo las políticas de Tenet. Nadie te está contando las horas o revisando si llegaste a las 9 en punto. Si le da fiebre a tu hijo un día, no tienes ningún conflicto con tu trabajo; si ese día tienes que ir por él y al día siguiente quedarte con él porque no te lo admiten en la guardería. ¿Que tienes el festival de primavera o de Día de las Madres? Ve, no hay ningún problema. En Tenet confiamos en la autogestión del equipo: cada quien sabe sus fechas de entrega y sus horarios de juntas. Mientras cumplan con ello, sin problema por nosotros.
En el tema de promoción y empoderamiento femenino, también puedo presumir que estoy en ello. De hecho, todas mis jefas de pirámide son mujeres y siento que valoran mucho estar en Tenet justo porque les permite hacer compatibles sus roles como mamás y profesionistas.
Entonces, si me preguntas: “¿Qué papel tienen las mujeres en mis equipos?”, todo, porque básicamente en todos mis equipos lideran las mujeres.
R.R: Justo en el sector fintech hay un poco más de conciencia de todos los temas de género. Hay fintechs que son 100% para mujeres. Ya vemos algunas que fueron fundadas por mujeres y que obviamente las directoras generales son mujeres. Sí ha habido una evolución, pero todavía falta camino que recorrer.
R.R: Que llevamos buen camino. Cada vez se hace más conciencia de la importancia de los temas de igualdad de género, y ya no tanto como un tema de solidaridad al género desprotegido, sino que es más bien de conveniencia para el desarrollo de un negocio, como la ONU con sus “Women’s Empowerment Principles” lo promueve. Que, por cierto, Tenet es un signatario de dichos principios. Entonces, el mensaje es que sigamos quitándonos obstáculos de enfrente y que hagamos algo para que las que vienen un poquito atrás de nosotros lleguen más lejos. No solo a donde estamos nosotras, sino más allá y de una forma más sencilla.
Y digo esto pensando en mis dos hijas, porque en algún momento ellas crecerán y quiero que tengan todas las oportunidades que ellas busquen abiertas, que no se sientan juzgadas ni inseguras por el hecho de ser mujeres. Que, si así lo quieren —porque es una cuestión de decisión—, puedan tener una vida familiar con hijos y ser unas excelentes profesionistas también, sin tener que estar todo el tiempo en conflicto o con culpa.
Cuidémonos mutuamente, seamos más empáticas unas con otras y celebremos los logros de otras como propios.